31 de enero de 2013

MANIFIESTO POR LA PAZ

Hoy 30 de febrero de 2013, nos reunimos como cada año para celebrar el día de la PAZ y NO VIOLENCIA. Quizás sea el inicio de un proyecto mundial del que todos salgamos beneficiados. ¡Ojalá! Realmente, resulta insuficiente conformarse con la celebración de una jornada de paz...¿Acaso mañana amaneceremos sin guerras, atentados, violaciones o maltratos a menores? No, no nos equivoquemos. Igual que un edificio no se construye en un día, la paz no llega a todos en un tiempo tan breve. Y mucho menos, llegaremos a ella sin esfuerzo, porque el primer paso es darse cuenta de su déficit y proponerse cambiar el panorama. Si tanto insistimos en conseguir la paz, es porque es "el valor de los valores", el primer principio del ser humano, el mejor estado de convivencia... La paz no puede definirse con palabras. Es algo tan extraordinario que se convierte en utopía. Las utopías son proyectos prácticamente irrealizables y ante ellas podemos tomar dos posturas: pensar que es imposible alcanzar el objetivo a conseguir o bien pensar que con la fuerza de todos será difícil, pero no imposible de lograr. En definitiva, ver el vaso medio vacío o medio lleno. Hoy conmemoramos la muerte de Mahatma Gandhi, icono del pacifismo mundial.
Él, al igual que Mandela, Teresa de Calcuta, Luther King, y muchos otros persiguieron la paz hasta el límite de sus fuerzas, convirtiéndose en mártires de su causa. Es por ello que sus legados de paz tienen aún vigencia.
Ahora el presente y el futuro están en nuestras manos y tú puedes contribuir a la causa... Como este año dice nuestro lema de la camiseta "TÚ ERES EL HÉROE". Puedes comprometerte a luchar por los demás, a ser un revolucionario de la paz. Busca un modelo de vida que defienda los derechos humanos y que favorezca la realización personal, la educación en valores y rechace el uso de armas. Podríamos entre todos formar una escalere en la que cada uno fuésemos un peldaño que nos acercase y nos impulsase hacia la felicidad. No existe felicidad sin paz, alegría sin cooperación y, en definitiva, amor sin ayuda. ¿A qué esperamos para actuar? ¡Haz oír tu voz, sal y proclama que la paz es la solución a todos los problemas!